"Es necesario nutrirse con alimentos vivos, es decir lo más frescos posible y sin refinar, integrales, pero también que no hayan sido contaminados accidentalmente por sustancias químicas tan comunes hoy debido a la expansión industrial: plomo, lluvia ácida, hidrocarburos de las combustiones fabriles y de los automóviles...
Antes, los agricultores no empleaban plaguicidas para matar a los parásitos, no empleaban herbicidas contra las hierbas, ni fungicidas contra los mohos. Hoy disponen de un arsenal proporcionado por la industria química, que hace buenos negocios.
Antes de lanzar un producto químico al mercado se estudia con cuidado su toxicidad y el tiempo necesario para que se descomponga, para evitar que sea ingerido y no vaya a ocurrir como con el DDT y tantos otros, que con el tiempo se ha descubierto que también son tóxicos para las personas. Pero cada año que pasa se descubre que esas otras sustancias en las que se descompone pueden ser incluso más tóxicas que la primitiva, sobre todo cuando se combina con restos de la descomposición de otros plaguicidas, y hay tantos en el mercado!
Ante esta situación cada vez más agricultores renuncian a la escalada química en sus campos, y reconocen los efectos de los abonos químicos, que engordan rápidamente sus cultivos como si de animales hormonados se tratase, pero que luego atraen infinidad de plagas y la obligación del veneno.
El agricultor no quiere envenenarse, envenenar sus campos ni envenenar al ciudadano. Nace entonces la agricultura ecológica. La agricultura ecológica se preocupa del ambiente de un modo científico. Los agricultores que la practican utilizan técnicas más complejas que les ocupan más mano de obra, pero no se gastan tanto dinero comprando productos químicos y su tierra va ganando progresivamente fertilidad."
Dentro de la agricultura ecológica existen diferentes modalidades:
• la agricultura natural, o del mínimo intervencionismo sobre la naturaleza,
• la agricultura biológica (u "orgánica", en Gran Bretaña y EE.UU.) que resulta más fácil de llevar a cabo porque en cierto modo es más próxima a la agricultura convencional,
• y la agricultura biodinámica, más sutil, pues tiene en cuenta aspectos no materiales.
La agricultura biológica no emplea abonos químicos o solubles de ningún tipo, ni plaguicidas ni herbicidas. En cambio utiliza abonos orgánicos no solubles o bien insecticidas naturales.
La agricultura natural no requiere ningún artificio (preparados, insecticidas naturales, abonos orgánicos...)
La agricultura biodinámica se basa en la ciencia espiritual de Rudolf Steiner y, al igual que el cultivo biológico no emplea ninguna clase de abono químico, plaguicida, herbicida o fungicida. Utiliza una serie de preparados, verdaderas concentraciones de fuerzas cósmicas o etéricas, que tienen por objeto vitalizar el compost y estimular las plantas y la vida microbiana del suelo. Emplea además un calendario astronómico, trabajando la tierra de acuerdo con los ritmos de la naturaleza.
En cuanto a la calidad de los alimentos existe un diálogo de sordos entre la agricultura química y la ecológica.
Para la agricultura química (es, decir, la agricultura oficial) calidad significa tan sólo el aspecto externo del producto: tamaño, forma, piel inmaculada, color, ninguna mancha, ninguna picadura.
Para la agricultura ecológica calidad es la aptitud que tiene un producto para dar salud al individuo. Una antigua manzana, la "Calvilla", suministraba 60 mg de ácido ascórbico, o sea la cantidad de vitamina C que necesita diariamente un individuo. Pero hoy en día necesitaríamos comer 5 manzanas "Golden" para conseguir la misma cantidad de vitamina C. "
El libro de la cocina natural (RBA Integral)