El cuerpo humano tiene cientos de lugares donde hay energía concentrada. Sin embargo, existen 7 centros de energía principales llamados comúnmente chakras.
Chakra es una palabra sánscrita que significa rueda.
Los chakras se parecen a las ruedas en que son vórtices giratorios de energía.
Son centros de fuerza, localizados dentro de nuestro cuerpo etéreo, a través del cual recibimos, transmitimos y procesamos la energía vital o prana.
Cada Chakra en el cuerpo se reconoce como un punto focal de fuerza vital relacionado con las energías física, emocional, mental y espiritual.
Los chakras constituyen la red mediante la cual, el cuerpo, la mente y espíritu interactúan como un sistema holístico.
Los 7 chakras principales corresponden a aspectos específicos de nuestra consciencia y tienen sus propias características y funciones.
Cada uno de ellos mantiene relación con alguna de las glándulas del sistema endocrino del cuerpo, así como con un color.
El Chakra es un centro energético que recoge la energía que captamos a través de la alimentación, piel, respiración… y la trasforma en una energía especializada para realizar funciones concretas a nivel físico, psicológico y espiritual.
Es como si la energía que captamos del sol fuese luz blanca y existiera un prisma que descompone esa luz en todos los colores puediendo cada color hacer cosas diferentes.
Los chakras son como prismas que recogen la luz del sol y le dan un color que se especializa en una función determinada.
Cada chakra genera vibraciones especializadas que regulan distintas partes de nuestro cuerpo metal, físico, y emocional.
Cada color es luz pura que vibra con una frecuencia determinada.
Cada Chakra, una vez que genera energía con su vibración determinada ha de distribuirla por el cuerpo y lo hace a través de los nadis o canales energéticos.
