¿Quiénes somos? Mas tarde o más temprano, de una forma u otra, todos nos hacemos esta pregunta.
Hace un tiempo, alguien me habló sobre este tema y ¿ sabes ?, lo que me contó resonó en mi interior, me dio un poquito de luz para poder entender algo mejor lo que somos, al menos lo que yo siento que somos.
Sinceramente a mi me encajó bastante bien esta teoría así que he decidido contárosla por si a vosotros también os ayuda a entenderos un poquito más a vosotros mismos y al resto de las personas.
Esta teoría dice que a grandes rasgos, estamos formados por 3 cuerpos y un centro.
Los 3 cuerpos se pueden representar en capas que se envuelven unas a otras y en lo más interno estaría el centro.
La primera capa se correspondería con el CUERPO FÍSICO, es la que se ve, se toca, se huele… podríamos decir que es la parte más evidente.
Nuestro cuerpo nos acompaña durante nuestro viaje físico, material por este mundo. Es el vehículo que conducimos. Nos lleva aquí y allí, nos permite hacer cosas con nuestras manos, bailar, caminar, ver una puesta de sol…
Hay mucha gente que se especializa en este cuerpo desarrollando cualidades especiales en él, es el caso de los atletas y los modelos por ejemplo.
En él se van manifestando todas las cosas que nos suceden, a través de nuestro cuerpo nos expresamos, en nuestro cuerpo se puede leer el tiempo que hemos vivido, el tipo de vida que hemos llevado, el tiempo que hemos pasado bajo el sol, el frío, el calor, lo que comemos… Podríamos decir que nuestro cuerpo es como un lienzo de toda nuestra vida, si lo observamos detenidamente podemos saber muchas cosas sobre nosotros y sobre las personas que nos rodean.
Creo que es una capa que hemos de cuidar, forma parte de nosotros y nos va a ayudar en nuestro viaje.
Hemos de cuidarla a través de una alimentación adecuada, basada en alimentos frescos a ser posible de agricultura ecológica (libres de compuestos químicos), a través de un descanso adecuado (un alto porcentaje de la sociedad actual no descansa adecuadamente, mediante la relajación en las clases de Yoga aprendemos la importancia de este aspecto), de un ejercicio adecuado (Por ejemplo el Yoga tiene muy claro que el cuerpo físico ha de estar equilibrado para que todo lo demás pueda estarlo, por eso entre otras cosas hace más de 4000 años ya se desarrollaron las asanas o posturas de Yoga, estudiadas minuciosamente para mejorar nuestra salud y mantener el equilibrio), es importante una respiración adecuada, hoy en día hemos de re-aprender a respirar, respirábamos genial cuando éramos niños nuestro abdomen subía y bajaba que daba gusto y estábamos llenos de energía, pero con el tiempo, los disgustos, el stress… nuestra respiración se ha vuelto muy poco profunda, no baja del pecho y es muy rápida, lo cual ayuda a acelerar el proceso de ansiedad y estrés y no salimos del círculo vicioso. El último punto muy importante para nuestra salud también es el pensamiento positivo.
De cada uno de estos puntos iremos hablando más adelante ya que el Yoga trabaja cada uno de ellos.
Pero somos algo más que el cuerpo físico ¿no crees?
La segunda capa, que podríamos situar el alguna parte dentro de nuestro cuerpo sería el CUERPO EMOCIONAL.
Esta capa ya no forma parte del plano físico, si diseccionamos nuestro cuerpo no podremos ver nuestras emociones, pero sabemos que están ahí, en alguna parte.
No las vemos pero las sentimos ¿es así? Hay científicos que dirían que no podemos ver las emociones como tal en el cuerpo, pero si existen glándulas que segregan hormonas que son responsables de muchos de nuestros estados de ánimo por ejemplo.
No voy a entrar en el debate de que es lo primero, si la hormona o la emoción. ¿Hay emociones que generan hormonas, o hay hormonas que generan emociones?
Lo que si tenemos claro es que hay emociones, que una parte importante de nosotros la determinan las emociones que sentimos.
Sobre todo cuando somos jóvenes, al sentir una emoción nos identificamos con esa emoción, nos convertimos en esa emoción, nos enfadamos y la rabia nos invade por completo, no hay forma de salir de ella y además no sabemos enfocarla a lo que la ha provocado, simplemente sentimos rabia hacia todo en ese momento, somos todo rabia.
O todo amor, por ejemplo, el primer amor nos cambia por completo, nuestra conducta general cambia, la gente te mira y ve la sonrisa tatuada en tu cara, te dicen, has suspendido matemáticas, pero tu sonrisa no desaparece…
Con el tiempo, dejamos de identificarnos con las emociones, aprendemos a focalizar, a calmarlas, o a lo mejor a esconderlas. Pero siguen ahí, forman parte de nosotros e influyen en los otros cuerpos, se notan en nuestro físico, se notan en nuestra forma de pensar, en nuestra mente.
Es importante también entender esta parte de nosotros, este cuerpo emocional y sobre todo es importante saber que es una parte de nosotros pero no es todo.
El yoga también nos ayuda a aprender a mantener nuestras emociones equilibradas cuidando la alimentación, equilibrando nuestro cuerpo, a través de las respiraciones o pranayamas, del pensamiento positivo… A través de los 5 puntos fundamentales para mantener una buena salud integral que desarrollaremos más adelante.
Cuantos grandes empresarios multimillonarios han caído en picado ante una ruptura sentimental. O cuanta gente ha conseguido éxito en la vida fortaleciendo este aspecto de su personalidad. Esta parte de nosotros es muy muy determinante en nuestras vidas.
Por el origen de la palabra emoción podríamos decir que las emociones son las que nos ponen en movimiento, las que nos hacen actuar de una o de otra manera. Sientes miedo y corres.
La tercera capa, la más cercana al centro, es el CUERPO MENTAL. Tampoco podemos verla, pero sabemos que tenemos mente, que pensamos. Relacionamos este aspecto de nuestra personalidad con el cerebro del cuerpo físico, pero de momento no somos capaces de ver los pensamientos dentro de nuestro cerebro. Este aspecto es muy complicado a nivel científico, neurológico e incluso anatómico. Pero nosotros no vamos a enfocarlo desde esa perspectiva.
Lo que aquí se pretende es entender que nuestra forma de pensar, nuestro pensamiento, también es determinante en nuestra vida, que forma parte de quienes somos en este plano físico.
Los niños tienden a identificarse mucho con las emociones y podría decir que los adultos tienden a identificarse más con la mente. La gran mayoría de las personas piensan que son la mente, esa vocecita que decide lo que hay que hacer, que analiza, que memoriza, que juzga…. Es fácil pensar que somos la mente, la razón.
Pues igual que el cuerpo físico y el cuerpo emocional esta teoría afirma que es otro vehículo, otra herramienta muy poderosa, para lograr objetivos y con la que moverse por el plano físico, pero no somos la mente. Desde el principio de los tiempos hay una gran lucha entre la mente y el Ser (o centro), esta lucha se representa en el Bagavad Guita, donde se explica que la mente ha de estar al servicio del Ser y no el Ser al servicio de la mente. Mientras la mente tenga las riendas, sentiremos una gran lucha interna, una insatisfacción, angustia, ansiedad…
La mente es movimiento, es ahora aquí y luego allí, está influida por las emociones, por la sociedad, incluso por las enfermedades, en general nuestra mente está completamente descontrolada, necesita que algo, otra cosa, el Ser, la dirija por el mejor de los caminos posibles. Hoy en día hay muchísimas enfermedades mentales, originadas por las causas que antes he mencionado.
Pero tenemos claro que la mente es otra parte importante de nosotros que hay que cuidar, dirigir, centrar, equilibrar.
Sin duda las técnicas de meditación son una herramienta muy poderosa para mejorar este aspecto.
Estos 3 cuerpos, físico, emocional y mental son los que conforman nuestra PERSONALIDAD, y van cambiando a lo largo del tiempo, son nuestros aspectos cambiantes. Y nos sirven para expresarnos, para comunicarnos con los demás, para desarrollarnos…
El último aspecto o parte de nosotros es el SER, el CENTRO. Esta es la parte de nosotros que nunca cambia, es donde realmente reside nuestra sabiduría, la puerta de enlace con los centros de los demás, nuestro maestro interno, lo que la religión denomina alma. Es aquello que si desaparece, si sale del cuerpo, hace que éste pierda la vida. Pero es aquello que nunca muere, es la parte de nosotros que nunca muere, por eso contiene toda la sabiduría. Dicen que cada alma decide el cuerpo que quiere habitar, para aprender en cada vida lo que aún le queda por aprender, lo que todavía no ha experimentado. Dicen también que tu paso por esta vida es un aprendizaje. Que tu alma contiene todas las experiencias de vidas anteriores.
Desde mi experiencia, creo que ese centro, ese SER, ALMA (en este aspecto sí que hay miles de teorías, yo simplemente os cuento resumidamente la mía) o como cada uno quiera llamarlo, es en realidad lo que somos. Que nuestro cuerpo, nuestras emociones, la mente, son herramientas, vehículos que hemos de aprender a poner a merced del Ser.
Desde mi punto de vista, descubrir el centro, contactar con el centro, es lo que da sentido a nuestras vidas.
El centro es lo que te permite sentir la unión. La definición de Yoga es: estado de unión consciente con el centro de uno mismo. Cuando conectas con tu centro, conectas con el centro, lo sientes, sientes que formas parte de un todo, entiendes porque las cosas son como son, aceptas que todo forma parte del proceso, que todo tiene sentido, sientes el amor profundo, verdadero, sientes que todo está bien, la seguridad, el miedo desaparece, la soledad, el desamparo desaparecen.
Gracias al Yoga y sobre todo gracias a la MEDITACIÓN, he podido sentir esto, lo tengo muy presente en mi vida a pesar de que no siempre estoy “conectada”. Porque la primera vez que tienes esta experiencia te da fuerza, te da ánimo, valor, tu vida cobra sentido, y por fin sabes lo que eres y lo que quieres hacer en esta vida. Cada vez que “conectas” lo refuerzas y a medida que actúas en consecuencia de lo que eres, cada vez te resulta más fácil estar centrado y sentir esa experiencia más tiempo, con lo que cada vez sabes con más certeza qué es lo que tienes que hacer y te sientes satisfecho contigo, con tu vida, con tu aportación.
Lidia Sánchez – Varani.