En el mercado bio hay ya muchas opciones, pero muy pocas se pueden equiparar en textura y dulzor a los bollos de la pastelería.
Así que la mejor solución para no hipotecar la salud de nuestros hijos y de paso demostrarles cúanto les queremos pasa por remangarnos y dedicarle una hora a la semana a elaborar unos sencillos bollos caseros.
El formato más rápido de preparar, fácil de conservar y práctico de llevar a l cole es el de las magdalenas y con esta receta personalizable es imposible hacerlo mal:
Batimos un huevo bio, 65ml. de aceite de oliva o de semillas no refinado, 125 ml de yogurt bio (soja o vaca), 60ml. de leche bio y 125 g de sirope de manzana o agave.
Mezclamos 2 cucharaditas de levadura en polvo con 250g de una mezcla al 50% de harina de trigo semi-integral y harina de arroz o maicena.
Mezclamos todo despacio con un cucharon y entonces personalizamos en función del gusto de los peques con canela, vainilla, ralladura de cítricos, trocitos de frutas, algarroba en polvo, semillas ofrutos secos.
Ya solo queda rellenar 3/4 de unos moldes de magdalenas y meter al horno precalentado a 180º (medio) entre 15 y 20 minutos.
Una vez listas y frías, solo hay que congelarlas en recipientes herméticos sin apilar.
De esta forma tendremos magdalenas recién hechas cada mañana, que en poco más de 1 hora estarán descongeladas, y que los peques se pueden llevar en bolsitas para disfrutar a la hora del recreo.
Revista Integral.