domingo, 3 de diciembre de 2017

TRATAKA EXTERNO E INTERNO EN LA LLAMA DE UNA VELA


Los momentos más favorables para practicar trataka son por la mañana temprano y por la noche antes de acostarse.
Realiza la práctica en una habitación donde no haya corrientes de aire.
Deja la habitación en completa oscuridad. Enciende una vela y sitúala a un metro de distancia de ti (más o menos la longitud de tu brazo estirado) de forma que la llama quede a la altura de tus ojos. La mecha ha de estar bien derecha.



  1. Ajusta tu postura de meditación y cierra los ojos...repasa mentalmente todo el cuerpo desde los piés hasta la cabeza, relajando cada músculo sin que la postura pierda firmeza ni verticalidad... Durante tres o cuatro minutos observa tu respiración natural en el abdomen, y toma consciencia de todo el cuerpo inmóvil... Consciente de la respiración y del cuerpo en completa inmovilidad... Permanece en absoluta inmovilidad todo el tiempo que dure la práctica.
  2. Ahora abre los ojos y fija la mirada en la llama. Enfoca tu mirada justo encima de la mecha o donde la llama sea más brillante... Continúa con la mirada fija en la llama, manteniendo relajados los músculos oculares... Mantén la mirada fija en la llama evitando parpadear. Lógicamente esto no te será posible al principio. No fuerces los ojos, si tienes necesidad de parparedar, hazlo, pero sólo lo imprescindible. Con el tiempo podrás permanecer sin parpadear unos minutos... No fuerces los ojos, no tenses los ojos. Mira fijamente la llama manteniendo ojos, cuello, nuca, hombros y todo el cuerpo en completa relajación...
  3. Después de dos o tres minutos, o cuando los ojos comiencen a llorar, cierra los ojos y concéntrate en el enrecejo. Visualiza ahí la contraimagen de la llama. Verás el negativo de la llama. Trata de mantenerlo todo el tiempo que te sea posible. Puede ser que en los primeros intentos no aparezca la contraimagen, no importa, sigue intentándolo. Es solo cuestión de práctica y tiempo. Cuando aparezca la contraimagen tenderá a deformarse, a desaparecer y a volver a aparecer.
  4. Cuando la imagen de la llama desaparezca definitivamente, abre los ojos y fija la mirada de nuevo en la llama de la vela... Mantén fija la mirada en la llama. Si te asaltan pensamientos o distraccciones no importa, no luches contra ellos, déjalos estar pero sin perder la concentración en la llama. Continúa concentrado en la llama hasta que se desvanezca la sensación del cuerpo, incluso hasta que desaparezca de tu consciencia la habitación y solo quede la llama.
  5. Despues de unos minutos, o cuando notes que los ojos comienzan a llorar, ciérralos y visualiza la contraimagen de la llama en el entrecejo. Mantén la concentración de la contraimagen en el entrecejo, pero sin forzar. Visualiza y retén ahí la contraimagen todo el tiempo que puedas... Si la contraimagen desaparece, evócala nuevamente, intenta atraerla de nuevo al entrecejo...
  6. Cuando desees terminar abandona la imagen de la llama y observa durante algunos minutos la actividad que pueda aparecer en chidakasha (la pantalla mental). Conserva la consciencia testigo... Abre los ojos y apaga la vela.
En las primeras sesiones alterna la mirada en la llama con la visualización de su contraimagen en el entrecejo de cinco a diez minutos. Cuando estes lo suficientemente entrenado podrás alargar el ejercicio hasta veinte o veinticinco minutos.


Fuente: Las claves del Yoga. Teoria y Práctica de Danilo Hernández